Artículo: La Ayuda Oficial al Desarrollo (AOD)
Manuel García
De acuerdo con el Comité de Ayuda al Desarrollo de la OCDE, que es la instancia encargada de computar la ayuda, se entiende por AOD el conjunto de los recursos que los países industriales transfieren, bajo unas determinadas condiciones, a los países en desarrollo con el propósito de promover su progreso económico y social.
Desde el punto de vista económico esa aportación de recursos puede producirse a través de dos tipos de operaciones: donación o crédito.
En el primer caso los recursos se ceden sin contrapartida alguna y dan origen a lo que se llama cooperación no reembolsable; en el segundo caso, sin embargo, los recursos generan deuda, dado que el receptor se compromete a su devolución y al pago de los intereses correspondientes, por lo que a este componente se le denomina cooperación reembolsable.
Básicamente, la AOD está compuesta por tres tipos de acciones:
En primer lugar, por la ayuda de tipo no reembolsable que cada país, de modo bilateral, destina a los países en desarrollo, en forma de ayuda alimentaria, ayuda de emergencia, cooperación técnica y, en general, el conjunto de proyectos y programas de asistencia.
En segundo lugar, por los flujos financieros de carácter concesional que los países industriales, de modo igualmente bilateral, destinan a los países en desarrollo.
Estos flujos adoptan la forma de créditos altamente concesionales, a los que caracteriza, además de su naturaleza pública y su objetivo de promover el desarrollo, tener un elemento de liberalidad mínimo del 35%.
En tercer lugar, por la ayuda que los países despliegan a través de las cuotas y fondos con los que contribuyen a los organismos de tipo multilateral. En este caso los países donantes hacen la ayuda de forma intermediada, siendo las instituciones como el Banco Mundial, los Bancos de Desarrollo Regionales, o las agencias no financieras las encargadas de llevar a efecto los proyectos de cooperación.
Así pues, la AOD es una parte de la ayuda internacional al desarrollo (la realizada con fondos públicos y con unos criterios de concesionalidad establecidos); y esta última forma parte de la política de cooperación al desarrollo, que incluye, además de la ayuda, otras acciones que no necesariamente comportan transferencias directas de recursos al país receptor.
Requisitos que debe reunir la AOD
En primer lugar, el país beneficiario debe estar calificado para recibir ayuda al desarrollo. La lista de países en esas condiciones la proporciona anualmente el Comité de Ayuda al Desarrollo de la OCDE y acoge a buena parte de los países en desarrollo y en transición.
Aquellos que tienen mayor nivel de renta dentro de este grupo puede ser, sin embargo, que no califiquen para recibir ayuda a través de créditos concesionales.
En segundo lugar, el grado de concesionalidad de los recursos debe superar un determinado umbral mínimo, que para el caso más general se establece en el
25%.
La concesionalidad es plena en el caso de las donaciones, por lo que el problema se circunscribe a la cooperación reembolsable. En este caso, el valor actual neto del crédito concedido que quiera computar como ayuda debe ser un 25% inferior al correspondiente a un crédito de mercado (calculado de forma un tanto estandarizada).
En tercer lugar, el propósito de las actividades financiadas debe ser promover el progreso económico y social del país receptor. Dada la dificultad que encierra definir ese criterio de manera incuestionable, el Comité de Ayuda al Desarrollo de la OCDE ha fijado una serie de actividades (básicamente relacionadas con la seguridad militar) que quedan excluidas del campo de la AOD.
Por último, para que unos recursos sean concebidos como AOD deben tener procedencia pública: es decir, deben derivar de los fondos presupuestarios del Estado donante. No importa cuál sea el nivel o instancia pública que aporte esos recursos, puede ser un ayuntamiento o un gobierno regional, una diputación o el gobierno de la nación, lo importante es que el origen de los fondos sea público.
En suma, toda la AOD forma parte de la cooperación para el desarrollo, pero no al revés.