Artículo: Violaciones de los Derechos Humanos

Autor: Manuel García

• Acceso a la justicia.

La ONU ha tomado muchas medidas para fortalecer la protección de los derechos humanos en los procesos judiciales, asegurando que cuando se aplique la ley no se violen los derechos humanos de los afectados.

Son muchas las personas que cada año son juzgados sin ningún tipo de garantías, sin mantener la presunción de inocencia, con pruebas deficientemente documentadas y con condenas desproporcionadas.

• Derecho al desarrollo y la democracia.

La miseria absoluta y el subdesarrollo afectan el disfrute de los derechos humanos. Debido a esto, se proclamó en 1986 la "Declaración sobre el Derecho al Desarrollo", para aplicar políticas de desarrollo tanto nacionales como internacionales. Los estados dieron máxima prioridad al desarrollo en la "Declaración y Programa de Acción de Viena".

Por otro lado, la Comisión de Derechos Humanos encomendó a su Grupo de Trabajo sobre Derecho al Desarrollo y a un Grupo intergubernamental de Expertos que elaboraran una estrategia para la aplicación del derecho al desarrollo.

Las Naciones Unidas buscan que todos los individuos pueden hacer valer sus derechos al voto, a la educación, a la salud y a la libertad de expresión.

Asimismo se busca mejorar los factores que logren el disfrute total de los derechos humanos, tales como el desarrollo económico y social, la relación de intercambio equitativo y el alivio de la deuda.

• Esclavitud y el tráfico de personas.

Aún en nuestros días, la venta de personas, ya sea para trabajo o para utilizarlas en la prostitución, está muy extendida en muchos países del mundo.

Muchas personas son obligadas a trabajar en condiciones infrahumanas, sin contraprestación económica o con salarios y condiciones ambientales muy precarias.

En algunos países en guerra es habitual el reclutamiento forzoso de la población, muchas veces niños, para participar en conflictos bélicos.

Por lo que se refiere a la prostitución, ésta es una práctica muy extendida, incluso en los países del Este de Europa. Son muchas las bandas organizadas, que reclutan bajo amenazas o engaños, a mujeres para ejercer la prostitución, a menudo, en países desarrollados.

• Los trabajadores inmigrantes.

Las migraciones con fines laborales se han incrementado en los últimos años. Con demasiada frecuencia se llevan a cabo prácticas irregulares tales como las expulsiones ilegales colectivamente, o destruir sus documentos de identidad, permisos de trabajo o pasaportes.

Los trabajadores migratorios tienen los mismos derechos que los nacionales en lo relativo a remuneración, beneficios sociales, atención médica sindicación y a transferir sus ganancias, ahorros y posesiones personales en caso de concluir su empleo.

Los hijos de los trabajadores migratorios tienen derecho a la inscripción de nacimiento y nacionalidad y el acceso a la educación.
 

• Los derechos de los niños.

Este colectivo es especialmente vulnerable al maltrato, malnutrición, la explotación y los conflictos armados, por lo que las Naciones Unidas han trabajado en este tema constantemente.

Los principales abusos se centran en el trabajo infantil, la presencia de niños en los conflictos armados, la venta de niños, la prostitución infantil, la utilización de niños en la pornografía y el uso de la adopción con fines comerciales, entre otros.

• Los derechos de la mujer. 

La igualdad de la mujer viene siendo uno de los derechos que más se vulneran incluso en los países desarrollados. Especial importancia tiene este hecho en los países islámicos, sobre todo en los más radicales. Debido a esto se creó en 1946 la Comisión de la Condición Social y Jurídica de la Mujer, y en 1979 se aprobó la "Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer".

Asimismo se crearon el Fondo de Desarrollo de las Naciones Unidas para la Mujer UNIFEM, cuyo fin es promover la habilitación política y económica de la mujer en los países en desarrollo; y el Instituto Internacional de Investigaciones y Capacitación para la Promoción de la Mujer INSTRAW.

• Los derechos de las minorías religiosas, étnicas o lingüísticas.

En casi todos los países existen grupos que son distintos a la mayoría de la población, ya que tienen sus propias características étnicas, lingüísticas o religiosas.

Ambos grupos constantemente tienen relaciones difíciles marcadas por el odio, la discriminación y la violencia.

No existía una mención específica de los derechos de las minorías en la "Declaración Universal de Derechos Humanos", por ello la ONU adoptó la "Declaración sobre los derechos de las personas pertenecientes a minorías

nacionales o étnicas, religiosas y lingüísticas" en 1992, a fin de enfatizar las responsabilidades de los estados ante las minorías dentro de sus territorios y reafirmar el derecho de todas las minorías.

Las violaciones más frecuentes de los derechos de este colectivo, suelen ser la prohibición de disfrutar de su propia cultura, de profesar y practicar su propia religión, la de utilizar su propio idioma, establecer y mantener contactos con otros miembros de su grupo, o las limitaciones para entrar o salir libremente de un estado.

• Los derechos de las personas de edad avanzada. 

Con frecuencia, incluso en los países desarrollados, son olvidados los derechos que las personas mayores tienen a la asistencia sanitaria, a la seguridad social, la nutrición, y la vivienda.

La Asamblea General de Naciones Unidas redactó en Viena, en 1982, el Plan de Acción Internacional sobre el Envejecimiento, y los Principios de las Naciones Unidas en favor de las personas de edad, en 1991, a fin de proteger los derechos de este colectivo, pero aún en nuestros días, son frecuentes las violaciones y omisiones de estos derechos.

• Los derechos de los enfermos de VIH/SIDA.

Actualmente, la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, junto con comisiones nacionales de derechos humanos, está trabajando para promover la protección social e individual en áreas de importancia relacionadas con el SIDA, además de haber publicado líneas para asistir a los estados en el uso efectivo de las normas internacionales de derechos humanos en el contexto del VIH-SIDA.

De este modo se pretende por un lado prevenir a la población frente a esta enfermedad, y por otro, facilitar las medicinas y cuidados oportunos encaminados a la curación de estos enfermos.

A diferencia de otras enfermedades más propias de los países en vías de desarrollo, como la malaria, el SIDA es una enfermedad muy extendida en el mundo desarrollado, por lo que las grandes empresas farmacéuticas vienen apostando por encontrar medicinas más eficaces.

Por supuesto, los países más pobres siguen teniendo grandes dificultades para frenar estas enfermedades por el coste de los medicamentos y la todavía escasa política de prevención que llevan a cabo.

• Los derechos de las personas con discapacidad.

Este colectivo comprende aproximadamente el 10 por ciento del total de la población mundial y de éstos el 80 por ciento vive en países en desarrollo.

Generalmente a los discapacitados se les niega la posibilidad de educación o de desarrollo profesional, se les excluye de la vida cultural y las relaciones sociales normales, se les ingresa innecesariamente en instituciones y tienen acceso restringido a edificios públicos y transporte debido a sus limitaciones físicas.

Los discapacitados se encuentran en desventaja jurídica, ya que no cuentan con un documento oficial único que enumere sus derechos, sino que están dispersos en una serie de dictámenes judiciales, recomendaciones de la OIT e instrumentos jurídicos.

Los discapacitados siguen siendo discriminados, y por ello la Asamblea General de la ONU adoptó en 1991 los Principios para la Protección de los Enfermos Mentales y el Mejoramiento de la Atención de la Salud Mental, y apoyó en 1994 una Estrategia a largo plazo para promover el Programa de Acción Mundial para los Impedidos.

En los países en vías de desarrollo, el binomio pobreza-discapacidad, empuja a millones de personas, a extremas condiciones de marginación y exclusión social.

• Los derechos de las poblaciones indígenas.

Más de 300 millones de personas en 70 países pertenecen a estas poblaciones y están sometidas a opresión.

El PNUD, el UNICEF, el FIDA, la UNESCO, el Banco Mundial y la OMS dirigen programas destinados a mejorar la salud y la alfabetización de los indígenas, así como para evitar el deterioro ambiental de las tierras nativas de estos grupos.

El desplazamiento de este colectivo, debiendo abandonar sus tierras y sus medios de vida, la violación de su cultura, el incremento de las enfermedades foráneas que antes no padecían, las barreras que encuentran para acceder a la

educación, y el deterioro del entorno natural en el que viven, son las principales violaciones de los derechos de estas minorías.

• El racismo.

La Declaración Universal de los Derechos Humanos afirma el derecho de los seres humanos a no ser discriminados por motivo de raza, color u origen étnico.

A pesar de ello, es frecuente encontrar casos de racismo en países pobres y ricos, fenómeno que se viene incrementando debido a los flujos migratorios que obliga a la convivencia de personas de razas muy diversas.

• La tortura.

Ésta es una violación a la integridad física de las personas, demasiado frecuente en países en guerra o de regímenes autoritarios. En ocasiones la tortura se practica para humillar o castigar a las personas por supuestos delitos que han cometido. Es el máximo exponente de la violencia entre seres humanos.

• Los genocidios.

Si bien hace unas de décadas los genocidios nos parecían hechos más propios del pasado que del presente, el mundo se ha tenido que enfrentar a casos recientes de genocidio, como el vivido en Ruanda a mediados de los noventa, o en la antigua Yugoslavia.

El genocidio es la violencia indiscriminada llevada a cabo de manera colectiva, normalmente contra minorías étnicas. Desgraciadamente, muchos regímenes practican una política de hermetismo, lo que favorece en gran medida este tipo de violaciones.