Artículo: La inmigración: una necesidad humana
Autor: Manuel García
La inmigración, fenómeno innato en la especie humana
La población es uno de los factores básicos del desarrollo y de la riqueza de las naciones, siempre que haya otros factores de producción: tierra y capital.
Si el conjunto del estado español llegara a tener 50 millones de habitantes dentro de 10 años no sería un país más pobre. Sería, sin duda un país más rico.
La creciente población demandaría más casas, más alimentos, más coches, más artículos para el hogar, más vestidos. Es decir, la demanda global de bienes y productos crecería significativamente.
España tiene espacio, capital, medios de producción, capacidad industrial, recursos, en una palabra, para atender al número creciente de necesidades de una población mayor.
La densidad de población del estado español es de 85 habitantes por km2 (43 millones de habitantes en 506.000 km2), Italia con 58 millones de habitantes y 301 km2, tiene una densidad de población de 192 h/km2. Francia tiene una densidad de población de 106 h/km2 y Holanda con 16 millones y 42.000 km2 una densidad de 380 h/km2.
Aunque es verdad que Cataluña, con 7 millones de habitantes y 31.895 Km2, tiene una densidad de 182 h/km2, algo inferior a la de Italia.
No nos debe preocupar que la población crezca, sino que no crezca, porque ya estamos experimentando serios problemas por el estancamiento del crecimiento de la población.
Porque es matemáticamente cierto que, si la tendencia demográfica propia de nuestra sociedad, en España, no es alterada o compensada, nos llevará irremediablemente y pronto (en 25 ó 30 años) a un estancamiento del crecimiento de la riqueza. Nos encontraremos entonces con que nos faltarán recursos para atender a una sociedad enormemente envejecida.
En esas circunstancias sólo nos podrá salvar la inmigración.
En el s. XX la inmigración ha salvado a la economía de muchos países. Sin inmigrantes (millones de ellos) ni Estados Unidos, ni Canadá, ni Australia estarían entre los países más ricos del mundo. La inmigración es riqueza. Los países con grandes extensiones vírgenes lo han sabido hace mucho tiempo. Y los países con una mano de obra insuficiente también.
Europa no podrá seguir creciendo y produciendo riqueza al ritmo actual, si no admite un flujo considerable y creciente de inmigrantes. Primera conclusión: la inmigración nos es necesaria.
La emigración es inevitable
La inmigración es un fenómeno humano complejo, que sin embargo, tiene una base biológica o zoológica muy simple: la búsqueda de las condiciones adecuadas para sobrevivir en un contexto cultural determinado.
Aunque el fenómeno actual de la migración de personas del Mundo Pobre hacia el Mundo Rico, está determinado por una variedad de factores, guerras, persecuciones, conflictos étnicos, hambrunas, etcétera, los factores económicos son decisivos en los comportamientos migratorios.
Eso nos exige que tratemos de entender el fenómeno también como un fenómeno económico. Desde el punto de vista de la teoría económica, la migración es, como otros muchos comportamientos de los seres humanos, una cuestión de incentivos y costos.
La teoría económica, sin embargo, no ofrece el único marco adecuado para analizar el fenómeno, que tiene profundas raíces de naturaleza biológica.
Las migraciones son un fenómeno normal entre los animales. En zoología lo que hay que explicar no es por qué los animales migran, sino por qué se fijan en algún lugar determinado y constituyen una habitación más o menos permanente.
Hecha esta aclaración, vamos a proponer un tratamiento económico de la migración.
Vamos a explicar los determinantes de los flujos de migración como un movimiento de personas, que se mueven por unos incentivos fundamentalmente económicos y que esperan obtener unos determinados beneficios materiales, para lo cual tienen que incurrir en algunos costos.
Se trata de explicar la racionalidad económica de las decisiones que llevan a algunas personas a cruzar el Río Grande, el Estrecho de Gibraltar, ocultarse en camiones, o hacer cola ante un consulado para obtener un permiso de residencia.
Llegaremos a la conclusión de que la decisión de migrar es sumamente racional para un gran número de ciudadanos del mundo y que por lo tanto debemos esperar, a no ser que pensemos que los pobres son irracionales, que muchos de estos ciudadanos decidan emigrar.