Artículo: Las causas de la pobreza
Autor: Manuel García
Según Oxfam Intermón las causas de la ponbreza en el mundo están relacionadas con los siguientes aspectos:
Se considera un factor de riesgo el desarrollo de grandes corporaciones que utilizan recursos y mano de obra barata de países en riesgo de pobreza, lo que no contribuye a su economía, sino que los empobrece todavía más. Muchas empresas utilizan trabajadores de los países del sur para abaratar costes y conseguir un beneficio económico mayor, lo que influye directamente en el desarrollo del país.
La corrupción de los dirigentes políticos y económicos de un país impide o merma la asignación de recursos hacia servicios sociales de los que se beneficiaría la población. Los recursos destinados a aspectos sociales pasan muy a menudo a manos privadas que los utilizan para su propio beneficio, lo que provoca que no haya un reparto equitativo en la sociedad.
Las sequías son la causa más común de la escasez de alimentos. Cada vez más tierras fértiles sufren de erosión, salinización y desertificación. La deforestación a manos de los humanos causa una erosión acelerada lo cual dificulta la cosecha de alimentos.
Aunque se puede considerar también una consecuencia del bajo nivel económico de una sociedad, una población enferma es menos productiva y por tanto se crea un empobrecimiento mayor de sus miembros. En realidad, este es un círculo cerrado en el que la falta de recursos provoca la falta de medicación y la enfermedad no permite que un territorio se desarrolle económicamente. Por eso es tan importante que los países del primer mundo se preocupen por abastecer con los tratamientos necesarios a quienes más lo necesitan.
Como capital, infraestructuras o recursos. A veces, no todos los miembros de usa sociedad pueden utilizar por igual este tipo de recursos, lo que puede derivar directamente en una situación de pobreza.
En el año 2018 la población mundial era de 7.500 millones de personas, y la previsión es que en el año 2050 aumente hasta rebasar los 9.000 millones, según el Fondo de Población de la ONU.
Este crecimiento exponencial del número de habitantes del planeta inevitablemente contribuirá al aumento de situaciones de desigualdad si no tomamos medidas para poner freno a las causas que provocan la pobreza en el mundo.
Las guerras obligan a la población a desplazarse fuera de su lugar de residencia o a vivir refugiada en países vecinos. Pierden su hogar, su vivienda, su trabajo.
Dejan atrás sus pertenencias para luchar por lo más preciado, la vida.
La contienda daña las infraestructuras, limita los suministros básicos como el agua o impide que se cultiven los campos, obligando a realizar trabajos de rehabilitación o reparación y evitando que haya cosechas, y hasta les roba sus derechos.
La falta de igualdad entre sexos impide la plena participación de la mujer dentro de la sociedad, limita sus oportunidades de desarrollo o el acceso a los recursos y perpetúa la pobreza. La brecha de género a nivel educativo, salarial o en la ocupación de puestos de responsabilidad, son ejemplos de esta desigualdad.
Anualmente malgastamos a nivel mundial más de 1.300 millones de toneladas de alimentos, según indica la Comisión Europea.
La FAO estima que con una cuarta parte de la comida que desaprovechamos se podría alimentar a más de 800 millones de personas que sufren hambre.
La ONG Manos Unidas constata que hay cierta indiferencia de los países desarrollados a la hora de atajar la pobreza, pues la implicación de éstos no está siendo tan rápida o diligente.