Artículo: Los defensores de la globalización
Manuel García
Como veremos en este y en los siguientes artículos, la globalización cuenta con sus seguidores y sus detractores. Desde luego pocos piensan a estas alturas que la globalización sea la panacea o el remedio definitivo para el subdesarrollo que se vive en buena parte del planeta. En otro artículo hablábamos de los detractores de la globalización, hoy hablaremos de los seguidores de la globalización.
Pero, ¿quiénes son y qué piensan los defensores de la globalización?
Los países más desarrollados, Estados Unidos y Canadá, Japón y la Unión Europea destacan entre los defensores más activos de este proceso que hemos venido llamando globalización.
Pero qué argumentos barajan para ello en un momento en el que el capitalismo está dando muestras evidentes de su debilidad. ¿Por qué si una crisis económica puede poner en jaque a todo un planeta, nos seguimos empeñando en globalizar este sistema político y social que tantas dudas nos está planteando? ¿Realmente hay intereses ocultos en que todos caminemos en una única dirección?
Intentaremos analizar brevemente algunos de los argumentos que más están siendo defendidos.
Integración de las economías locales en una economía de mercado de alcance mundial.
Esto significa que podemos comprar y vender en más sitios, con lo que ello supone de cara a la cantidad, variedad y precios que podemos encontrar en un mercado mucho más global. Ya nadie está condicionado a comprar los mismos artículos y a los precios que nos marque nuestro vecino, ahora podemos comprar lo que queramos y con una mayor flexibilidad en los precios.
El libre comercio mejora las condiciones de vida en los países menos desarrollados potenciando el ahorro de las familias. El libre comercio provoca una reducción de los precios y esto redunda en la población.
Libre circulación de empresas multinacionales.
Esto supone una ventaja en dos direcciones. Por un lado las empresas pueden instalarse en cualquier lugar del planeta, más cerca de las materias primas necesarias para su funcionamiento, pero también más cerca de sus mercados potenciales. Y por otro lado, el empleo que generan estas multinacionales ya no es exclusivo de los países ricos, pues con su expansión geográfica, pueden crear empleo en cualquier país del mundo.
Libre circulación de capitales.
Ligado a lo anterior, es fácil concluir que los flujos de capital no tienen límites desde el momento en el que la economía se internacionaliza.
Libre circulación de personas.
La implantación de empresas en cualquier lugar del mundo favorece la creación de puestos de trabajo en casi todos los sectores. Una empresa que fabrica automóviles, por ejemplo, arrastra a otras empresas menores del mismo sector, y activa a empresas de otros sectores, como la logística, el financiero, etc.
La implantación de la sociedad del consumo se ve con buenos ojos pues nadie debe quedar fuera del mercado. Cualquier ciudadano tiene derecho a adquirir cualquier producto o servicio, y además a mejores precios, algo que viene garantizado por un mercado más competitivo y globalizado.
En otros ámbitos, a parte de la economía, la globalización también está influyendo positivamente, siempre en opinión de sus defensores.
La fusión multicultural en el planeta va siendo ya una realidad, tratando de respetar las culturas locales aunque éstas sean cada vez más minoritarias. Las ideologías tradicionales van cediendo paso a otras más cosmopolitas y universales, en teoría más adecuadas para un mundo más globalizado.
Respecto a los Derechos Humanos, éstos se han difundido y consolidado en muchos países en los que hasta hace poco reinaba el desconcierto y la opresión de regímenes autocráticos.
Las tecnologías dejan de ser un secreto de unos pocos para ser patrimonio de todos. Sin tecnología no hay desarrollo.
Y qué pasa con internet. La red de redes facilita la globalización al consolidarse como el canal universal para el tránsito de noticias, de ideas, de servicios y mercancías, en definitiva, una herramienta que convierta la globalización en un camino de difícil retorno.
En definitiva, los defensores de la globalización defienden que los países más oprimidos han visto disminuir su pobreza, se han consolidado los derechos universales, ha aumentado la esperanza de vida y las tasas de alfabetización han mejorado.